Si la música es un buen argumento para escribir un libro de cocina, también lo es para hacer vino. Así lo entendieron los socios de Wines that Rock, que se han inspirado en sus grupos favoritos (Pink Floyd, The Police, The Rolling Stones, Grateful Dead...) para crear unos vinos diferentes, al menos en el etiquetado, que reproduce las portadas de los álbumes a los que rinden tributo.
La bodega está en el condado de Mendocino (California) y practica una vitivinicultura
radicalmente ecológica, desde el viñedo hasta el embalaje. No sabemos si los vinos son tan buenos como los discos a los que homenajean, y quizá no obtengan las máximas puntuaciones de Robert Parker y compañía, pero sus creadores cuentan con una dilatada experiencia como winemakers y parecen haber alcanzado su objetivo: crear unos vinos originales, de calidad, nada pretenciosos
y fáciles de beber.
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