domingo, 30 de enero de 2011

Cuando un libro cae en manos de un artista...

... puede ocurrir cualquier cosa. Y en estos tiempos en que los almacenes de las editoriales se llenan de devoluciones (¿alguien ha analizado el impacto ecológico de los libros distribuidos y no vendidos?) bueno es ver qué se puede hacer con este soporte si se posee un poco de creatividad (y no poca destreza).
Laura Cahill es una joven diseñadora británica que trabaja con objetos reciclados, especialmente libros; con ellos hace muebles, y sobre todo jarrones:
Isaac Salazar es un contable de El Paso (Texas, EE UU) que un día descubrió el arte del origami y,armado con un cortaplumas X-acto, se puso a manipular libros usados:
En Flickr se pueden ver más creaciones de Salazar, que están a la venta en Etsy.
La británica Sue Blackwell es una reputada artista que suele emplear libros como materia prima. En su web se pueden ver algunas de sus creaciones:
Estos y muchos otros artistas aparecen en el libro Playing with Books, de Jason Thompson (Quarry Books, 2010), que además describe las técnicas que pueden convertir un viejo libro en un objeto artístico.

sábado, 29 de enero de 2011

Resurrecciones virtuales

Es poco probable que, como pronostican los agoreros, las nuevas tecnologías exterminen la cultura libresca tal como la hemos conocido, pero sí alumbran formas alternativas de lectura como mínimo curiosas. Cuando se popularizaron los blogs, alcanzó cierta notoriedad el subgénero de las bitácoras que revivían el pasado en tiempo real. Hubo, por ejemplo, quien copió las cartas que su bisabuelo envió a su amada desde el frente de batalla y las posteó con la misma cadencia con que las mandó su antepasado.
El caso más conocido es el de Samuel Pepys, un alto funcionario británico que escribió un minucioso diario privado entre los años 1660 y 1669, y que ha pasado a la historia por ser la mejor fuente de información de aquella época, pues Pepys fue testigo de acontecimientos como el gran incendio de Londres de 1666, participó en no pocas intrigas palaciegas y se reveló un fino observador de los usos y costumbres de la alta burguesía durante el reinado de Jacobo II. Todo ello lo plasmó con detalle en su Diario con un sistema taquigráfico que obligó a una ardua transcripción.
La primera versión publicada data de 1825 y apenas abarca una cuarta parte del total. Hubo sucesivas ediciones cada vez más amplias, pero el texto casi completo del Diario de Pepys no vio la luz hasta 1899. En España, dos ediciones recientes contienen una selección del Diario: una publicada por la editorial Renacimiento en 2003 y otra por Espasa en 2007. Esta última destaca por la brillante introducción escrita por su traductor, Joaquín Martínez Lorente.
Si se quiere leer el Diario en su totalidad (y en inglés), basta con acudir al blog de Samuel Pepys. The Diary of Samuel Pepys es obra de Phil Gyford, un programador londinense que el 1 de enero de 2003 comenzó a publicarlo en Internet con la misma periodicidad con que Pepys anotaba sus pensamientos y experiencias. Ahora va por el año 1668 y concluirá su tarea en 2012. Los textos del blog de Gyford proceden de la edición de 1893 y se acompañan de todo tipo de información relacionada con la época. Si se prefiere, también hay una app para iPhone y iPad. Se lanzó en 2010 con las anotaciones de 1660, y a principios de este año se actualizó con las de 1661.
Samuel Pepys, en fin, también tiene perfil en Facebook e incluso twittea. Nada raro si se tiene en cuenta que en Facebook uno puede tener por amigos a notables difuntos que algún admirador ha logrado resucitar, aunque sea virtualmente.

viernes, 28 de enero de 2011

Cada día, una idea

A través de Springwise sabemos de una nueva web que trata de hacer negocio en el mercado editorial. The Startup Daily debutó el 31 de diciembre de 2010 con un planteamiento ambicioso: suministrar inspiración a los emprendedores, a quienes están poniendo en marcha su negocio o desean hacerlo. Cada día, The Startup Daily envía un correo electrónico a sus suscriptores (basta con facilitar la dirección para serlo) con ideas, consejos o técnicas extraídos de libros de gestión y marketing. El mensaje es breve, cabe en un folio impreso y se lee en un par de minutos, para que la sabiduría sea digestible y no distraiga al emprendedor de sus objetivos. La página, que se subtitula "Grandes ideas de grandes libros", ha sido creada por un tal Karl, quien promete no comerciar con las direcciones de los suscriptores ni saturarlos de publicidad. El servicio, además, es gratuito. ¿Dónde está el negocio? En el enlace que acompaña a cada texto y que conduce a Amazon, para que el lector pueda comprar el libro del que procede la cita. De hecho, cualquiera puede recomendar libros útiles para emprendedores, el único requisito es que estén disponibles en Amazon (y que a Karl le parezcan interesantes). El autor de The Startup Daily se fijó como objetivo tener 1.000 suscriptores el 1 de febrero. Ya tiene más de 3.500.

jueves, 13 de enero de 2011

Redes sociales en España

Nuestro sobrino Marcel, aficionado al ciclismo de montaña (en la modalidad downhill, esto es, lanzarse ladera abajo) y avispado internauta, nos envía este enlace con una estupenda presentación sobre el uso de las redes sociales en España, con datos actualizados a enero de 2011. El video ha sido elaborado por la agencia de publicidad 101.

lunes, 10 de enero de 2011

Guía analógica, contenidos digitales

Algunos de los más curiosos ejemplos de colaboración entre la edición tradicional y la digital proceden, precisamente, de la Web 2.0. 2Spaghi es una red social italiana cuyos miembros comparten información y valoraciones sobre restaurantes y hoteles. Hace unas semanas ha publicado con la editorial milanesa Morellini La Spagoguida 2011, que presume de ser la primera guía de restaurantes hecha por los clientes. El volumen, de 320 páginas, recoge un millar de establecimientos, una selección de los más de 50.000 que aparecen comentados en la web. Lo interesante de La Spagoguida es que, junto a la reseña de cada restaurante, incluye un código QR. De esta forma, quien posea un teléfono con conexión a Internet puede leerlo y acceder a la página de 2spaghi para conocer los últimos comentarios de sus miembros u otras informaciones, como ofertas, precios del menú o actos diversos que organice el restaurante en cuestión. La idea de enlazar una guía en papel con una web que ofrezca información complementaria y más actualizada que la que permite una edición anual no es nueva, pero sí el uso de códigos que simplifican el acceso a Internet. La guía cuesta 15,90 € y se puede comprar en la página de 2spaghi.

viernes, 7 de enero de 2011

Libros enriquecidos

En realidad, los ebooks se diferencian poco de los libros tradicionales: unos se leen en soportes de plástico y los otros son de celulosa. Pero el contenido es idéntico, de momento. Dado que los dispositivos de lectura de los primeros todavía cuestan unos 180 € como mínimo, y que el precio de un libro digital es apenas un 25% más barato que su versión analógica, el trasto sólo se amortiza a partir de los 20 o 30 títulos comprados (y, seguramente, para entonces el reader ya es obsoleto y hay que comprarse uno nuevo). Como para ese viaje no se necesitaban alforjas, el enriquecimiento de los libros digitales se ha convertido en un asunto clave. Esto es, cómo aprovechar las ventajas tecnológicas del ebook para incorporar contenidos, más allá del texto lineal, que sean útiles e interesantes para el lector (y justifiquen la transición al libro digital). Ya hay empresas especializadas en enjaezar textos para iPhone o iPad, y las posibilidades parecen ilimitadas. Los contenidos adicionales de las películas en DVD son otra referencia interesante, cuando van más allá del tráiler, la ficha técnica y los comentarios aburridos del director. En cualquier caso, todo depende del contenido principal. Cuando uno lee, por ejemplo, Postguerra (Taurus), del recientemente fallecido Tony Judt, no puede dejar de pensar que sus más de 1.200 deslumbrantes páginas serían más cómodas de leer en un lector electrónico o una tableta que en un artefacto de papel que pesa un kilo largo; o que las fotografías cumplirían mejor su función informativa con un link allí donde corresponda en lugar de estar agrupadas en varios cuadernillos; o que los índices no pueden luchar contra la utilidad de un botón para buscar. Judt probablemente ya lo intuyó, pues despojó su obra de referencias bibliográficas y sólo dejó notas explicativas a pie de página. Para conocer las fuentes, el lector debe visitar la web del Instituto Remarque de la Universidad de Nueva York, que Judt creó y dirigió. Allí encontrará un pdf con 31 páginas de apretada letra que recogen la bibliografía de la que se nutrió Judt para escribir un libro de historia simplemente soberbio. Por cierto, la dirección que aparece en el texto ya no es válida. La correcta es http://remarque.as.nyu.edu/object/postwar. ¿Se habría actualizado automáticamente en un ebook?

jueves, 6 de enero de 2011

Smartphones y viajes

En la gala de los premios People's Choice del 5 de enero, los presentadores ya no leyeron el nombre de los agraciados en un tarjetón ni tuvieron dificultades para abrir los sobres. Simplemente, echaron un vistazo a la pantalla de un móvil Zio y luego lo mostraron al público. Apenas ha comenzado 2011 y parece que éste será el año en el que las pantallas táctiles de más o menos pulgadas, con o sin manzana, lo revolucionarán todo. Un día antes, el 4 de enero, la noticia más leída del diario de información turística Hosteltur llevaba el siguiente titular: "Los smartphones reinventarán el turismo en 2011". El texto se basaba en un informe elaborado por ITB (la feria de turismo de Berlín) y la consultora especializada IPK, que, entre otros datos, señalaba el creciente número de turistas que sacan partido de su smartphone antes, durante y después del viaje, ya sea para reservar vuelos o alquilar coches, orientarse en la ciudad que visitan o compartir sus impresiones o experiencias con sus amigos vía Facebook. Ciertamente, el virtuosismo tecnológico que exhiben los "teléfonos inteligentes" es apabullante y resuelven no pocas necesidades gracias a la geolocalización y la realidad aumentada, pero aún presentan algunas carencias. Como bien saben quienes manejan aplicaciones orientadas al turismo, la calidad de sus contenidos no es pareja a su sofisticación técnica. En ocasiones, la realidad aumentada señala establecimientos que ya no existen, o las descripciones de museos y monumentos son muy básicas o proceden de textos copiados de Internet sin demasiado criterio. No faltan guías en formatos tradicionales que incurran en los mismos errores y nos recomienden cenar en un restaurante cerrado desde tiempos inmemoriales, pero son anécdotas en un nivel general más que aceptable, quizá porque las guías en papel llevan una página de créditos y uno o varios autores se responsabilizan de los contenidos, mientras que en las apps figura el desarrollador que las creó, pero raramente se sabe quién escribió los textos.